Es cosa sabida que dentro de la historia universal del Pop Polinesio, el caso de España ha sido un fenómeno muy singular que desde sus orígenes se ha regido por reglas propias. No solo se trata del único lugar fuera de Norteamérica donde el Tiki arraigó y desarrollo formas propias, sino que para mayor desconcierto de los expertos, presenta también una cronologia particular, en la que su inicio y auge coinciden con el principio de la decadencia del estilo en los Estados Unidos.
Seguramente por este mismo carácter peculiar del Pop Polinesio Ibérico hemos sido impermeables a la explosión del revival tiki norteamericano de mitad de los años 90 y aunque felizmente todavía son muchos los locales que se ocupan de mantener con esmero el rancio acervo Tiki de nuestro país (nunca les estaremos suficientemente agradecidos), nadie ha parecido darse por enterado de lo que se venia cociendo en Estados Unidos o mostrado interés en tomar el relevo.
Pero ahora, nuevamente con cerca de 20 años de diferencia respecto a la cronología del fenómeno en resto del mundo, el panorama Tiki español comienza a revolucionarse con la llegada de una nueva generación de osados tiki-emprendedores.
En la vanguardia de este nuevo tiki español está HUAKALOA en Valencia.
No es el primero de esta segunda oleada tiki, pero sí el más impresionate de los que he podido conocer.
El local solo lleva abierto unos meses, pero es un recién llegado que pone en su sitio a todos esos lugares que proliferan ultimamente usando el nombre de Tiki en vano y que hasta podría dar algunas lecciones a decanos del Tiki del país.
Detrás del proyecto se encuentra David, que al contrario que la mayoría de los grandes maestres del tiki revival no tomaba sus biberones en tiki mugs, no posee ningun master en tikilogia ni ha experimentado una súbita tiki epifanía.
Simplemente le fascinaba la atmósfera del bar hawaiano de su ciudad y un día decidió que lo que Valencia necesitaba era un nuevo local. Y puso manos a la obra.
Como puede verse, las motivaciones tras el origen de Huakaloa son muy distintas a las de otros proyectos similares dentro del tiki revival, pero mira tú por donde son las mismas que movieron a Victor Bergeron, Donn Beach y otros pioneros del Pop Polinesio.
Y es que una de las cosas más fascinantes del Huakaloa para el aficionado a las cosas tiki es esta vuelta a los orígenes se aprecia en casi todos los aspectos del bar.
La decoración ha sido extremadamente cuidada. Exquisito mobiliario de bambú. El diseño de la los preciosos acuarios que decoran sus paredes y la espectacular barra del local han sido amorosamente ( y fatigosamente, presumo) creados por el equipo Huakaloa. Para el resto de elementos decorativos del local se han encomendado a Kanaloa Art.
A estos Hawaimaños sin ser Oceanic Arts, hay que reconocerles que son bastante apañados a la hora de proveer de parafernalia Tiki y cucos elementos de decoración exótica. Aunque es sabido que para estas cosas soy más amigo de lo rancio que del colorín, no puedo evitar descubrirme ante un local que se ha rechazado la tentación de recurrir al del exotismo de “Todo a 100”, lacra que lamentablemente ha alcanzado incluso a veteranos Templos Tiki. Nada de máscaras indonesias o salamandras de colores en Huakaloa.
El local cuenta una iluminación perfecta, que aporta la atmósfera misteriosa requerida en buen tiki bar (sin necesidad de un acomodador con linterna que nos guíe), y permite al mismo tiempo, “limar” estas asperezas de forma que hasta el más estricto talibán del tiki se encontrará cómodo en Huakaloa
El mismo esmero encontraremos en su carta.
El responsable de la misma es Hicham, que sin experiencia previa en las cosas de la coctelería tropical, optó por la vía dificil y ha elaborado una carta compuesta exclusivamente por creaciones propias, empleando zumos naturales y destilados de primera calidad ¿he mencionado antes aquello de la vuelta a los orígenes?
Una curiosidad, que se sale un poco de la ortodoxia, es que la mayoría de las recetas están basadas en el tequila, en lugar del tradicional ron, pero no seré yo quien diga algo en contra del tequila.Por supuesto los combinados son exquisitamente y ceremoniosamente presentados en tradicionales tiki mugs nacionales (impecable selección, por cierto)
Como añadido, también pueden degustarse extraordinarios helados. Estamos en Valencia.
Faltaría más.
2 comentarios:
Uhmmmm.. pinta bien...
Muy buena pinta, lástima que pille tan lejos...
¿Para cuándo algo así en Madrid?
Publicar un comentario