lunes, 7 de enero de 2008

TABÚ

Hace cerca de un año DIVISA en su colección ORIGENES DEL CINE, editó esta película de Murnau.

Confieso que tanto la compañía como la colección me irritan profundamente. Por una parte la colección es mortalmente aburrida. Ese tipo de cinefilia muermo para la que parece que no existe nada más allá de Eisenstein, Griffith o Murnau (bueno, sí también Fritz Lang). y que pretende crear una historia del cine en la que solo existen genios y obras maestras, ignorando y despreciando el papel jugado por géneros fundamentales, pero que no encajan dentro de sus altas miras, como el porno, la explotation, western, etc.,

Por otro lado, en tiempos del VHS Divisa no dudaba en estampar su logotipo a gran tamaño en una esquina a la lo largo del todo el metraje de sus ediciones. ¡Toma amor al cine!

Sin embargo, de vez en cuando se les cuela (supongo que por error) algo de aire fresco, como es el caso de esta película

Técnicamente además parece que se trata de una buena edición, restaurada y conservando la banda sonora original y con metraje censurado antes de su estreno americano.

Aunque sería un buen momento para presumir de cinéfilo, debo confesar que, en realidad desconocía totalmente la existencia de esta película, hasta que un día me topé con un DVD con una carátula en la que aparecía una mujer de aspecto polinesio con los pechos apenas cubiertos por un lei.

Para mi, esa es razón más que suficiente para sentir una necesidad imperiosa de verla., pero es que pechos a parte (que los hay en abundancia) la película tiene otros elementos que la hacen recomendable.

Todo empezó como una colaboración con el famoso documentalista Robert J. Flaherty (el de Nanook , ya sabes), con el que Murnau llegó a constituir una productora para rodar una serie de películas ambientadas en los mares del sur, pero acabaron tirándose los trastos a la cabeza por los irreconciliables puntos de vista de los dos directores y Murnau acabó dirigiendo la película en solitario.

Rodada íntegramente en Tahití y Bora-Bora, en los créditos ya se nos avisa de solo intervienen en la misma nativos de estas islas, chinos y algunos mestizos.

La película nos cuenta la historia de amor de la bella wahine Reri y el pescador Matahi (no menos bello, todo hay que decirlo).

Un día llega Hitu el hatu de las islas con malas noticias para la pareja de enamorados. Se ha decidido consagrar a Reri a los dioses, por lo que deberá desde entonces dedicar su vida a su servicio y conservar su virginidad, convirtiéndose desde ese momento en tabú.

Matahi y Reri, tienen planes muy distintos, sobre todo respecto la virginidad de la wahine, así a pesar de que es sabido que no es recomendable irritar a un Tiki, deciden romper el tabú y huir de la isla.

Tras una azarosa travesía conseguirán llegar a Tahití, pero la maldición por su pecado les perseguirá y deberán enfrentarse entre otras cosas al capitalismo, varios tiburones de goma y la persecución implacable de Hitu.

Respecto al final de la película, bueno, no entraré en detalles, solo aconsejar conservar pañuelos a mano.

Murnau no llegó a ver el estreno de la película.
Murió en un accidente de tráfico en circunstancias nada claras. Salió misteriosamente disparado de su vehiculo, fracturandose el cráneo con un poste. Los otros dos pasajeros del vehiculo, no sufrieron ningún daño.

Hay toda clase de hipótesis sobre este incidente. Desde que se trató asesinato, a que se encontraba realizando una felación al su joven chofer tahitiano, que precisamente había llevado a América tras el rodaje de la película.

Menos conocida es otra teoría según la cual parte del rodaje se realizó en territorios tabú, desoyendo las advertencias de los hatu y como le ocurrió a los protagonistas de su película, sufrió el destino de los que se atreven a desafiar la voluntad de los Tikis.

Desde luego, yo me inclino por esta posibilidad.

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