jueves, 23 de abril de 2009

BENIDORM: SEGUNDA ENTREGA

La climatología cada vez más favorable y el que los destinos exóticos nacionales aun no se encuentran abarrotados de visitantes, hacen de esta época del año un excelente momento para una tiki tournée por nuestro pais y por tanto, también para una nueva entrega de la Gran Guía Hispánica del Tiki.
En esta ocasión está dedicada nuevamente a uno de esos grandes lugares que hacen de Benidorm una Meca del Pop Polinesio.

En el nº 6 de la Calle Bonn de esta ciudad, se encuentra el Hotel Magic Rock Gardens.
Primer hotel temático de España según su propia publicidad. Cual es la temática, es algo todavía por esclarecer.
Para entendernos, podría decirse se trata de lo exótico en un sentido amplio.
Es cierto que no suena muy apetecible. Pero el que no se acobarde ante una premisa tan poco prometedora, verá recompensada sobradamente su osadía.
La entrada del hotel es una impresionante gruta simulada.

Dentro de ella se encuentra una jungla de exuberante vegetación tropical.
Entra la espesura, el explorador avispado, podrá localizar varios moais.
Dejaremos su número en la incógnita para no estropear la diversión a futuros visitantes.
También ocultos en esta selva tropical pueden localizarse algunos altavoces, lo que hace pensar en moais parlantes o algún otro efecto añadido, para mayor realce de la experiencia. Una pena que estuvieran fuera de servicio durante mi estancia.
Penetrando en la cueva nos introducimos en la recepción con un bonito mostrador de bambú, peceras y arte primitivo de calidad algo superior al habitual nivel de baratillo al que estamos acostumbrados, que se realza por una cuidada iluminación. Pero lo mejor se encuentra a nuestra izquierda ,"The Grotto Bar", donde rodeado de piedra falsa, puede disfrutarse de un nada desdeñable Singapore Sling mientras contemplamos a nuestros pies la exuberante vegetación y los moais del jardín.
A modo de curiosidad este cóctel se prepara, con distinta fortuna, en muchos lugares de la ciudad. Tal vez alguien consiga desvelar alguna vez los motivos.
Lamentablemente, la visita termina aquí para el turista tiki serio.



Pero para los más desprejuiciados , aún hay diversión.
El hotel aún ofrece un excitante recorrido por un laberinto con sorpresas en cada esquina, plagado de esculturas de animales salvajes a tamaño natural, no menos salvajes turistas borrachos de todas las nacionalidades y todo entre estampados animales, bambú, estalactitas y arte primitivo. Pocos lugares son capaces de proporcionar tan intensas experiencias a lo sufridos amantes del Exótico Pop.

domingo, 12 de abril de 2009

DOMINGO DE PASCUA

No es mi intención quitar importancia a las resurrecciones, que hay que reconocer que es cosa que tiene su mérito, pero lo que hace realmente importante el día de hoy, es que se conmemora el aniversario del primer contacto europeo con la isla que ha proporcionado uno de los iconos favoritos del Pop Polinesio.
Para los más picajosos, aclarar que no fue exactamente un día como hoy, como todo el que haya hecho la primera comunión sabe, pero a efectos prácticos puede valer.



El domingo de Pascua de 1722, Jacob Reggeveen, notario holandés metido a explorador de territorios desconocidos a la venerable edad de 62 años, llegaba a las costas de la isla de Pascua. Pasaba por allí mientras cruzaba el Océano Pacífico de Este a Oeste en busca de la Terra Australis Incognita, en lo que fue un viaje lleno de despropósitos.

Y es que el pobre Roggeveen casi no dio ni una.

En lo que respecta su estancia en la Isla de Pascua, solo tuvo una semana de duración.
Bajó a tierra solo en una ocasión en la que inauguró la tradición de matar unos cuantos pascuenses en cada visita.

A pesar de que registró que la población de la isla estaba de distintos tipos raciales, increíblemente tatuados, orejas largas y que adoraban extrañas esculturas de tamaño gigantesco, esto no debió parecerle demasiado llamativo y partió de la isla poco después para seguir viaje pasando también ignorando otros nuevos territorios como Bora Bora y otros que posteriormente serán considerados entre los más fascinantes del planeta e identificando incorrectamente una larga de serie de islas.

Puede que su entendimiento fuera nublado por algún artefacto de los alienígenas, que según ciertas teorías, rondaban por la zona. Tal vez era solo torpe o poco curioso.

En cualquier caso, con Reggeveen comienza el largo proceso histórico que culminará con nosotros bebiendo combinados en vasijas con forma de moai.
Celebremos pues.

miércoles, 8 de abril de 2009

TIEMPO DE PASION

Se acercan días de reflexión y recogimiento.
Por ello me gustaría recomendar unas lecturas pías especialmente aptas para disfrutar en estas próximas fechas, junto a la mesa camilla y el plato de torrijas.


Se trata de "Mosaico Papú o Vida, costumbres, leyendas, flora, fauna de Oceanía, a través de la obra evangelizadora realizada por el gran Misionero de la Papuasia", de el padre Xavier Vergés. Un clásico de la literatura Catolitiki Ibérica, editado en 1956 por Estela-Difusora Misional, de Barcelona.
Lo que convierte este libro del padre del padre Vergés en un hito de la cultura exótica nacional, es que está dirigida a a deleitar a salvajes paganos más que a beatos y meapilas.
Aunque se trata de una crónica de la labor de los Misioneros del Sagrado Corazón en tierras de Nueva Guinea desde finales del siglo XIX, centrada en la obra misionera de los pioneros Monseñor Navarre, Obispo de Melanesia y Micronesia (cargo fardón donde los haya) y Monseñor Verius y sus paginas pueden leerse distintos episodios acerca de edificantes epopeyas misionales como la fundación de las primeras iglesias y conventos católicos en esas lejanas tierras de Papua o la emotiva ordenación del primer sacerdote Papú, la mayor parte del libro se encuentra dedicado a la etnografía más morbosa y lai pseudociencia sensacionalista al estilo National Geographic, con capítulos con títulos tan reveladores como "Los cortadores de cabezas del Oeste", "O' opo el monte de los muertos no quiere visitas" y "Profetas y psuedocristos canacos".

Pero si esto no fuera suficiente, el padre Vergés añade grandes dosis de de gore y sadomasoquismo católico, que sin duda dejarán satisfecho al caníbal más exigente:
"...hierbas que azotan el rostro, mientras que desde arriba el sol de fuego derrite la cabeza, se entra en la espesura. Lodo, raíces por el suelo, mosquitos que zumban y persigue sañudamente, asfixia opresiva de aquel aire húmedo y pestilente. Monseñor Verius se reprocho su agotamiento como una cobardía y en la soledad de la espesura, flagelo su cuerpo con unas disciplinas sangrientas y se revolcó entre las espinas para expiara su pasada laxitud".

Y aún, para aquellos lectores de imaginación menos vivida se incluyen abundantes fotografías del autor, incluyendo las explícitas imágenes de un auténticos cazadores de cabezas.

Encontrar el libro puede ser tarea algo complicada, pero no es nada que unas velas a San Judas Tadeo no puedan conseguir.

jueves, 2 de abril de 2009

ERRE DE TORREMOLINOS

Torremolinos fue en su día una de las capitales mundiales de la exuberancia y el exotismo y cuenta con una tradición de Pop Polinesio que se remonta a más de 40 años.


Es verdad que transcurso del tiempo se ha llevado consigo buena parte el pasado esplendor de "la ciudad donde todas las noches son sábado", según la la traducción sanduguera de Angel Palomino de la frase "the city that never sleeps".

Pero lo que hizo una vez de Torremolinos epicentro del Tiki Ibérico, todavía perdura.
La especulación inmobiliaria, las franquicias y el infraturismo no han podido con la vocación exótica de la ciudad.
Entre las nuevas aportaciones de Torremolinos al Universo Tiki del siglo XXI, se encuentra la obra de Erre. Este gran artista puede ser considerado como padre del grafi-tiki sincretista Hispano.


Su paleta de aerosol riquísima en colores y tonalidades, la arbitrariedad cromática y su distribución de volúmenes, tikis e ídolos paganos, paisajes tropicales y otros motivos exóticos, como inspiración, le hacen justo merecedor del calificativo de Gauguin de la Costa del Sol.
Al mismo tiempo sus trabajos tienen tiene la cualidad de lo efímero y son raras aquellas con una vida superior a una temporada turística.
De hecho la mayoría de las obras que pueden verse aquí son ahora muros blancos, pero no esto no es sino un motivo añadido para hacer obligatoria las visitas periódicas a este paraíso tropical de la Costa del Sol.