lunes, 30 de noviembre de 2009

MI SALITA TIKI

Un tiki room o salita tiki es ese legendario lugar que permite a su afortunado propietario disfrutar los placeres de un auténtico tiki bar dentro de su propio hogar.
Y no un tiki bar cualquiera, sino el mejor del universo.
Siempre abierto y decorado con el más exquisito estilo.
Dondel siempre suena la música perfecta y se mezclan esos combinados que hace decadas no te servirán ningún otro establecimiento. En definitiva, un lugar en el cual puede disfrutarse de todas las prerrogativas del Juan Palomo Tiki Style.

Lamentablemente debido principalmente a los problemas de espacio que sufrimos la mayoría de los habitantes de las ciudades del continente europeo (y a cierta falta de arraigo de las cosas tiki, que todo hay que decirlo), no es algo muy habitual en estas latitudes y debemos limitarnos a contemplar con deseo y admiración las espectaculares salitas tiki que crean nuestros amigos americanos en habitaciones de tamaño superior al de nuestros modestos pisitos.
Sí, es muy dura la vida del adicto europeo.

Pero es cierto aquello de que lo que no te mata te hace más fuerte. Así que después de ser violentamente expulsado y apalizado en remotos bares polinesios al ser tomado por un inspector de la SGAE (demasiadas preguntas, amigo), acudir a espeluznantes convenciones de coleccionistas de posavasos, soportar durante años los terribles gastos de envío en las compras por Internet y esos otro mil trances arriesgados a los que se ve el expuesto el tiki aficionado cada día, el proyecto de un crear mi propia salita tiki dejó de atemorizarme.

Así, aunque la naturaleza no me ha dotado adecuadamente para el bricolaje y estamos en un medio hostil para este tipo de proyectos, me puse manos a la obra.
Tras varios meses trabajo y automutilaciones con diferentes tipos de herramientas, en los que en la mayoría de las ocasiones ha sido necesario acudir a inconfesables soluciones más propias de Pepe Gotera y Otilio que de Bamboo Ben y los maestros norteamericanos del arte del tiki bar o buscar materiales en lugares tan poco dados a lo exótico como Leroy Merlin o Ikea en lugar de recurrir a Oceanic Arts y otras tiendas del ramo, los trabajos llegaron finalmente a buen término. O al menos ha alcanzaron un estado casi aceptable , porque algo que pronto se aprende es una salita tiki jamás podrá darse por terminado.

Solo quedaba proceder a la inauguración y para festejar adecuadamente el acontecimiento, aprovechamos la visita que Lady Eve, Mr. Iván y Monete Chu realizaron a Madrid hace unos meses, aportando con su presencia el lustre que la ocasión requería.


Lamentablemente distintas circunstancias impidieron la asistencia de otros destacados miembros de nuestra comunidad, a los que se echó de menos, pero como dice la polémica coplilla “el tiki bar está abierto” y otras ocasiones habrá.
No se sacrificaron cerdos ni hubo danzas rituales.
Fue una velada intima en la que se bebió, se cotorreó y se sufrieron imprevistos técnicos, como debe ocurrir en cualquier inauguración que se precie.
Precisamente uno de estos imprevistos produjo uno de los momentos más memorables de la noche. La iluminación falló mientras Mr. Iván preparaba la imprescindible ronda de Mai Tais, dándole ocasión de demostrar que es capaz de mezclar extraordinarios Mai Tais a ciegas.
Algo que ya todos sospechabamos.
Ya han pasado unos meses desde aquella noche y el lugar ya tiene el suficiente rodaje para que me atreva a darle algo más difusión a su existencia. Todo aquel que necesite escapar de la dura vida en la metropoli durante unas horas y tenga una botella de ron añejo bajo el brazo será bienvenido a esta humilde salita tiki.

martes, 10 de noviembre de 2009

LA CHICA HULA QUE SURGIÓ DEL FRIO

Pudiera pensarse que la historia del tiki nacional es algo sencillo. Un terreno en el que ya queda poco lugar para la sorpresa. Hace ya años que aventurados exploradores extranjeros sacaron a la luz y difudieron la riqueza del Pop Polinesio español.
En su día estas revelaciones conmocionaron el Mundo Tiki, pero a estas alturas todos los aficionados a las cosas tiki están familiarizados con los bares polinesios de Barcelona, Arte 4, Porcelanas Pavón o el gusto de los marinos españoles por traer de Polinesia idolos paganos e irresistibles ganas de montar bares exóticos.
Pero ¿existió algo más que esto?. ¿Es posible el Tiki Ibérico siga albergando zonas oscuras y misterios por desvelar?.
Creo que sí. De hecho que gracias, a uno de esos fortuitos encuentros de mercadillo tropecé con una de esas zonas inexploradas del nuestro Tiki. Allí, sirviendo como recipiente para orquillas del pelo, estaba este inusual bol que inmediatamente disparó todas mis tiki alarmas.
Los más avispados ya se habrán dado cuenta de que se trata una versión bastante especial del "Kneeling hula girl bowl" de Trader Vic´s (mil gracias a Kingstiedye por prestar la imagen de su envidiable colección). Valores artísticos a parte, es inapreciable como prueba de que la onda expansiva de la explosión tiki de principios de los años 70 llegó incluso a los Pirineos. Su autor es un conocido artista de la zona, todavía en activo y reconocido especialista en cerámica tradicional. Durante algún tiempo el espacio de los hornos de su taller que hasta entonces estuvo destinado a botijos fue ocupado por nuevos artefactos destinados a satisfacer la demanda de los numerosos bares tiki, principalmente de la zona pirenaico aragonesa.
Aunque los diseños están dentro del estilo Polinesio Pop ortodoxo, se mantuvieron en la elaboración las más puras técnicas de la tradición cerámica turolense. El resultado son piezas únicas, interesantes fusiones de estilo tiki y ancestrales tradiciones artesanas españolas. Lamentablemente esta escuela Hawaimaña no terminó de cuajar. Su cerámica resulta demasiado frágil y no se adapta a la dura vida de vaso de bar polinesio. No pudo competir con la durable porcelana que empleaban los artistas tiki castellanos del momento y esto condujo inevitablemente a su extinción.
En cualquier caso, resulta una muestra más de la riqueza del Tiki Ibérico que aún no ha recibido el reconocimiento que corresponde. Rindamos desde aquí merecido homenaje a todos los heroes del Tiki Aragonés.



martes, 3 de noviembre de 2009

INVASION MOAI


Por culpa de lo que se ha escrito por aquí últimamente, parece que se han generado ciertas dudas sobre el futuro de lo Tiki en España.
Sin embargo, la realidad es que que estos temores son totalmente infundados.
Al contrario, hay claras señales que parecen indicar que tanto el presente como el futuro del Tiki nacional son más que prometedores.
Es sabido que una de las principales fuentes de tendencias son las tiendas de todo a 1€.
No es necesario recordar que fue en estos lugares de donde surgieron fenómenos como los Chinitos de la Suerte o los Elvis de Salpicadero.
Pues bien, desde hace ya algunas semanas moais de grandes dimensiones empiezan a poblar sus estanterías y hace solo unos días he podido comprobar que han alcanzado mercadillos de distintas partes del país.


Cientos de de ellos se habrán introducido ya en los hogares españoles y todos sabemos que la linea que separa un un inocente moai en el aparador de armarios llenos de tiki mugs, es muy, muy delgada.
¿Paranoia Polinésica?
El tiempo lo dirá.