martes, 28 de septiembre de 2010

PIN UPS

Miguel de la Quadra Salcedo es un personaje por el que nunca he sentido gran interés.
La imagen que tenía de él, es la de una especie de aventurero subvencionado con el dinero de contribuyentes con gusto por los estilismos al estilo Coronel Tapioca.
De su trabajo solo puedo recordar un insufrible concurso, muy de televisión pública, relacionado con aquello del V Centenario y una campaña publicitaria de una agencia de viajes donde explotaba sin mucha dignidad su fama como viajero.

Ignoraba que había sido un polémico lanzador olímpico de peso, botánico en el amazonas, aguerrido corresponsal de guerra durante los años 60 y 70 cubriendo para televisión la guerra de Vietnam y buena parte de los conflictos Africanos de esos años. Es fácil localizar en Internet un interesante reportaje suyo sobre el golpe de estado de Chile de 1973.

Pero sobre todo, ignoraba su faceta su faceta de pin up exótico. Hasta que recientemente me topé en una revista con esta sugestiva y imagen en la que posa en actitud provocativa luciendo una turbadora masa de vello pectoral y cadenaza junto a una no menos sugestiva talla Melanesia de grandes dimensiones. Desde entonces, se ha convertido en una especie de placer culpable buscar nuevas imagenes del hirsuto aventurero en poses insinuantes junto a ídolos primitivos. Certifico que existen y además de se ser pegadas en la taquilla, considero que deben colocarse también en un lugar de honor dentro del imaginario Pop Polinésico Ibérico.

martes, 21 de septiembre de 2010

ASTURIANEANDO


Hace unas semanas, los Castaway recibimos una llamada desde la residencia de verano de los Saffrin en Gijón en la que se nos invitaba formalmente a asistir a la celebración de un Luau, que sería la culminación de una idea que los Saffrin y las gentes Trashville Tattoo venían considerando desde los tiempos del hoy difunto Voodoo Lounge.



La perspectiva de poder disfrutar de los nuevos superpoderes mixológicos adquiridos por Mr. Iván tras su paso por la escuela de “BeachbumBerry , junto con la posibilidad de un primer acercamiento a un territorio incógnito en cuestiones de Tiki como Asturias lo convertía en una oferta que no podía rechazarse.

El evento se celebró en el privilegiado entorno Trashville Tattoo, que no es una de esas falsas islas exóticas que tanto nos gusta visitar , sino un no menos paradisiaco trozo del exuberante sur de California en el centro de Gijón.


Gracias a la hospitalidad Luis, Andrea y el resto de los Trashvillagers (o Trash Villains, no estoy seguro) y a Iván y su inagotable fuente de Mai Tais y Doctores Funk (uno de sus envidiables superpoderes actuales ), las horas pasaron a toda velocidad antes de darnos cuenta regresabamos a casa tambaleantes.


Pero como dije antes, aunque este evento justificaba sobradamente el largo viaje, no podía evitar aprovechar la ocasión de explorar el enigmático universo del Tiki Astur. Debo decir que los resultados de este primer contacto fueron sorprendentes y superaron cualquier espectativa.


Sabemos que la Hostelería Exótica, aunque existió, no arraigó en Asturias con tanta fuerza como en otros lugares de la península Ibérica. Sacar a la luz su modesto aunque interesante pasado Tiki es cosa que requiere un esfuerzo más serio que una visita como la realizada en esta ocasión.

Pero esto no quiere decir que no Asturias no sea una parte importante de la Polinesia Ibérica.

Aunque como decíamos su interés para la Arqueología Tiki es muy limitado, constituye sin embargo, junto a Cadiz, la mayor reserva de arte Tiki español.

Esto no es casualidad.


Ambos son lugares que cuentan con una estimable tradición surfera y es cosa sabida el aprecio que todo surfista cabal siente por el Tiki.

Y los surfistas asturianos, que son cabales como el que más, han ido a lo largo del tiempo sembrando sus obras a lo largo de toda la costa de la región. Algunas más afortunadas que otras, pero todas contribuyen a aportar una insospechada exuberancia exótica que la convierte un area privilegiada para la practica del Tiki Safari.



Para terminar, me tomo la libertad de dar un consejo a futuros exploradores.

Para disfrutar de un Safari Tiki productivo siempre es aconsejable consultar con los naturales del lugar, que son los que mejor podrán informarnos sobre donde encontrar lo que buscamos.



Dado que en esta tierra la mejor forma de conversar con los nativos es con un culín de sidra en la mano, vigilad lo que hacéis la noche anterior y sobre todo, nunca asistáis a un Luau.

jueves, 16 de septiembre de 2010

EL CAMINO AZUL



"El camino Azul" de Josep María de Segarra es una de las obras imprescindibles de la literatura Española de tema Polinesio. Dentro del género existen libros mucho más enjundiosos y de mejor aprovechamiento pero "El camino Azul" es más que un simple libro. Estamos ante una de esas asombrosas conexiones cósmicas que se producen en el mundo del Pop Polinesio Español y esto es lo que, más allá de sus méritos literarios, lo convierte en objeto de culto y adoración para todo buen fetichista de las cosas del Tiki.
En Diciembre de 1936 en España teníamos una guerra civil en marcha desde hacía varios meses. Tras analizar la situación del país, en un alarde de juicio extraordinario, Josep Mª de Segarra hace las maletas y se marcha a recorrer las islas del Pacífico. El Camino Azul es la crónica de este viaje.
En el puerto de Marsella, Segarra se embarca   abordo del vapor Ramel con rumbo a Tahiti. En esta primera etapa de la travesia, todavía por el familiar Mar Mediterraneo, no había gran cosa que contar por lo que el autor se ocupa principalmente de  despellejar al resto del pasaje. Entre los pasajeros del Ramel que fueron victimas de la pluma cáustica de Segarra se encontraba una pareja de recién casados provenientes del norte de Europa. De ellos dice:
“Pero los dos personajes más obsesionantes son dos novios noruegos. Él es rubio, delgado; tiene cara de niño y cabellera de ángel. A ella, pongámosle un poquito más de pecho que a él –no mucho, - seis onzas más de caderas y el pelo quizá un poquitín más largo, y nos resultará la replica exacta de él. Estás dos criaturas son excesivamente jóvenes. Ella lleva unos pantalones iguales a los de él, y él un abrigo igual al de ella. Envuelven sus cuellos con dos bufandas de la misma lana y parece que ser que los dos vayan metidos dentro de una campana de niebla.
No ríen ni podrán reír nunca; andan por los puentes a grandes zancadas, tan cogidos del brazo, tan pegados el uno al otro, tan ausentes, que diríais que viven una melodía nupcial que no tiene fin. Se ignora en dónde comen o cuándo comen. Probablemente su cabina estará llena de cáscaras de huevo cocido, de latas de leche condensada, de huesos de dátil y de margaritas secas.
Estas pobres criaturas pálidas, nebulosas, que deben haberse casado en una parroquia de Bergen, entre rebaños de corderos y casitas de azúcar, quieren pasar dos años en las Islas Marquesas; probablemente irán a fundir la cera de su corazón bajo la sangre caliente de una flor de hibiscos. Irán seguramente a morir, porque lo dos parecen estar íntimamente comidos por la tuberculosis”
Por si alguien todavía no ha identificado a la parejita, podría ayudar el añadir que   en contra de lo que preveía Segarra no padecieron tuberculosis pero si una buena cantidad de enfermedades tropicales      
y estuvieron a punto de acabar sus días  devorados por los caníbales de las Islas Marquesas. Pero sobre todo que también acabarían recogiendo su experiencia Polinesia en un libro de considerable éxito, que en buena parte fue debido, todo hay que decirlo, a un viaje posterior por el Pacífico del muchacho de la cabellera de ángel y unos amigotes.

Los caminos del Tiki son ciertamente inescrutables.