miércoles, 9 de abril de 2008

SPAM

Hormel Company es una empresa cárnica de Minnesota, que desde los años años 20, se dedicaba a enlatar jamones.
Buscando una formula fórmula para rentabilizar la carne sobrante del proceso, creó en 1937 un nuevo producto,

el Hormel Spiced Ham.

Según la leyenda, se convocó un concurso para buscar un nombre con gancho para el nuevo producto y el astuto ganador se llevó un premio de 100 dólares contrayendo las palabras spiced y ham: SPAM

Desde entonces y hasta el día de hoy el SPAM se ha mantenido con éxito considerable y sin apenas modificaciones en todos estos años, salvo la progresiva disminución de los porcentajes de jamón en su composición y el consiguiente añadido de cada vez mayores cantidades de productos que parece mejor no mencionar.
El secreto de esta longevidad, más que en su dudosa calidad, está en su durabilidad casi eterna y bonito color rosado, ambas propiedades obtenidas añadiendo generosas cantidades e nitrito de sodio (que es un importante agente cancerígeno, pero nadie es perfecto).
Por alguna razón que nadie ha podido discernir, en Hawaii el SPAM es considerado una exquisitez y allí se consume más del 50% de la producción mundial de SPAM, que viene a ser algo así como 5 kilos por habitante y año. Es un producto fuertemente arraigado en su cultura gastronómica.

Por mi condición de gourmet Quimicefa, gran aficionado a los alimentos de colores brillantes por una parte, y por otra, a mi interés por todo lo relacionado con las islas del Pacífico era inevitable que el SPAM y yo nos encontrásemos algún día.

Así que cuando Taste of America uno de mis principales suministradores de alimentos altamente tóxicos decidió ponerlo en stock no pude resistirme y me hice con una exageradamente cara lata de SPAM. Cobrar unos 18€/Kg por un 2% de Jamon y un 98 por cierto de restos de partes inconfesables de cerdo aderezado con productos químicos resulta abusivo, pero los gourmets tenemos que pagar el precio de nuestro gusto sofisticado.

Como primer acercamiento, decidí no complicarme la vida y seguir la receta que viene en la lata, sabrosa y sencilla a la vez, el SPAMBURGUER CLASSIC DE LUXE

Su elaboración consiste en abril la lata, cortar un trozo de SPAM, darle un par de vueltas en la sarten (no hace falta añadir aceite, el SPAM trae su propia grasa incorporada) y servir dentro de un panecillo.

Visualmente resulta realmente impactante, con esa vista de un cuadrado de color rosa dominandolo todo.

Respecto a otras propiedades organolépticas, como cualquier cosa que sea sazonada abundantemente con ketchup, mostaza y acompañado de cebolla y pepinillos, son difíciles de captar.
Pero por lo poco que pueda percibirse, puede afirmarse que esto es lo mejor que puede pasar.

Aún así, no desisto.
La próxima vez, le tocará el turno a algo más complejo y realmente exótico: Musubi hawaiano de SPAM.
Permanezcan en sintonia.

2 comentarios:

Paco dijo...

A mi ese "taco" rosado me recuerda al jamón cocido o jamón de york. Madre mia, se paga a precio de oro, pero todo sea por el experimento culinario. Si no recuerdo mal, era una loncha de spam, arroz sacado de un molde, y sujeto con lo que parece una tira de algas, si no me equivoco.
A ver cuando lo tengas que nos cuentas.

Un saludo

Señor Castaway dijo...

Pues aunque tenga el mismo aspecto que el jamon cocido, te aseguro que tiene hay una buena diferencia.
No es casualidad que el correo basura haya pasado a conocerse como SPAM y no como APIS.
Aún así seguiré insistiendo.
Ya sabes, 1.000.000 de hawaianos no pueden estar equivocados...