Hace unos días me topé con este flyer de uno de esos eventos americanos que tan largos nos ponen los dientes.
En ocasiones se ha achacado al Pop Polinesio de trivializar y faltar el respeto a religiones y costumbres de los pueblos del Pacífico.
Puede que algo haya de cierto. Yo no lo creo, aunque entiendo que es cuestión peliaguda. En su (nuestra) defensa, al menos, puede decirse que no se hacen distinciones y también puede uno jugar con iconografías que nos quedan más cerca.
Personalmente, no puedo evitar reírme cada vez que veo la imagen. Espero que los Reyes Magos no me lo tengan en cuenta y me traigan el Tiki Bob que les pedí.
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