domingo, 18 de mayo de 2008

UNA DE VASIJAS: LADRON DE CORAZONES

La importancia de la aportación española a la historia de las vasijas tiki está fuera de discusión.
No hay coleccionista o simple aficionado que se pueda resistir al atractivo de estos auténticos objetos de arte.
Parte de su aura mítica se debe simplemente a las dificultades que pude suponer hacerse con uno estos cacharros. Por distintas circunstancias, a pesar de estos tiempos de
globalizados que vivimos, siguen estando prácticamente reservadas a los residentes en la península Ibérica (qué mira tú por donde no parecen demasiado interesados por ellas).

Pero seria injusto atribuirlas solo a estas cuestiones.
Lo fundamental es la calidad de su elaboración y sobre todo sus diseños. Puede que la historia de lo
tiki en España, salvo honrosas excepciones, no haya sido un modelo de originalidad o creatividad, pero cuando hablamos vasijas tiki, es de justicia descubrirse ante sus creadores.

Aquí las tan habituales palabras chapuza o plagio son casi desconocidas.
Los artistas que realizaron estas tareas se tomaron muy en serio su trabajo y no recurrieron al camino
fácil de imitar o versionear lo ya existente, sino que iniciaron una linea creativa totalmente independiente con resultados increíbles.
Una de las lineas de trabajo de estos artistas fue buscar inspiración en auténticos objetos de arte polinesios.
Una de las diversiones de los tiki obsesos (en mi caso, al menos) es intentar averiguar los posibles orígenes de sus diseños.

Aquí va una de estas elucubraciones sobre una de las vasijas más interesante y atractiva de las elaboradas en España. Un
clásico que todavía resulta accesible vía Porcelanas Pavón.
A pesar de mi admiración estos artistas y aunque resulte bonito pensar en ellos como expertos en arte primitivo o acudiendo a la bibliotecas y museos para documentarse, parece poco realista.
Desde mitad de los 60 y durante más de 20 años la Editorial Alianza en su colección Libro de Bolsillo editó la obra de Freud "Totem y Tabú" con esta portada.
Que la imagen del libro y la vasija son como dos gotitas de agua está claro. Que una sea fuente de la otra es más discutible, pero dada la gran difusión que tuvo esta colección y las dificultades (aún hoy) para encontrar en España documentación sobre arte polinesio, tiene cierto fundamento.

Como curiosidad, hace algún tiempo en Tiki Central, hubo una discusión sobre esta cuestión. En ella las máximas autoridades del universo en cuestiones tiki expusieron sus teorías, bastante equivocadas, me temo.
Tal vez deberían haber preguntado a los nativos antes de aventurarse en esos terrenos.

De toda formas, avanzo que estoy madurando otra teoría. El proceso bien pudo ser el inverso. Un diseñador aficionado a frecuentar bares hawaianos (tengo pruebas de que existen algunos), pudo encontrar la inspiración para el libro en el que estaba trabajando mientras contemplaba la vasija de su coctel. Parece una posibilidad interesante. Debo profundizar en esta linea de investigación.





2 comentarios:

Juanmp dijo...

me podrian decir donde encontrar estas vasijas cerca de barcelona? gracias

Señor Castaway dijo...

Sí lo que quieres es una o dos vasijas para uso personal o coleccionar lo mejor sería probar suerte en los bares hawaianos de Barcelona. Con un poco de persuasión suelen acceder a venderlas.
Si lo que buscas es mayor cantidad para un negocio ya es otra cosa.