miércoles, 21 de octubre de 2009

LA ACTUALIDAD MANDA


Hace unos días comentabamoss de la definitiva partida de House of Ming al cielo de los bares Tiki desaparecidos y de su sustituto, Castellana DF.
Mira tu por donde, parece que este fin de semana se ha producido la apertura del local que ocupa su lugar y me he topado con varios artículos en distintos medios dedicados al tema.
En lo que a mi respecta este asunto es cosa enterrada, y cuanto más profundo mejor. Pero la verdad es que como se trata de la primera vez en que, aunque sea de casualidad, me topo con un tema de rabiosa actualidad, me hace ilusión dedicarle algo de espacio, aunque no se trata de nada especialmente interesante. Simplemente los típicas notas promocionales de un local, eso sí, ilustradas con espeluznantes imágenes del resultado de la infausta reforma de House of Ming.
Una crueldad innecesaria ya que simplemente alguno de lo títulos como "Bienvenido al loft" son suficiente reveladores de las abominaciones cometidas.
En su favor hay que decir,que todos los artículos dedicaban unas lineas al recuerdo de House of Ming, cosa que honra a sus autores y seguramente a los actuales propietarios que son los que habrán pasado el dato en la nota de prensa a a la medios.

Por si aún quedaba alguna duda de lo podemos encontrar actualmente en el 74 del Paseo de la Castellana, cito un fragmento de uno de los articulos titulado "Castellana D.F., by Amstel, nueva contraseña para los "high level" :
"Se inauguró hace unos días y pertenece a cuatro empresarios muy relacionados: en los pocos días que lleva abierto , su carta ya ha sido catada por los niños Medina-Rafael y Luis, Inés Sastre y Alvaro de Marichalar.
High level, ratificado la noche de la inauguración, que es la que me ocupa.
Impactadisima, me crucé con el hijo mayor de José María Aznar - discreto, prudente y muy educado-. Me costó quitarle la vista de encima: es igual que su padre."
Y no digo más....

1 comentario:

Kailani dijo...

Personalmente me resultaba bastante más apetecible House of Ming.... Me quedó pendiente degustar sus especialidades gastronómicas... una penita.