Ya sé que no son noticias frescas (comenzó el 22 de Noviembre), pero aunque acudí devotamente a verla el primer día, la verdad es defraudó bastante mis expectativas y me había olvidado del tema.
El motivo de la desilusión fue, que como todo lo que suele organizar este museo, es un muy de andar por casa.
La exposición se limita a reunir en una sala piezas relacionadas con los Mares del sur cedidas por sus vecinos del Museo Naval y del Museo de América.
Nada que no pudiera verse antes en dichas instituciones y ni un solo objeto proveniente de los apetitosos fondos de otros museos europeos, como era mi esperanza.
Así que lo único que aporta está reunión, es el ahorrarse algo de tiempo y un par de billetes de metro (bueno, y fotografiar a placer los objetos del Museo Naval, donde esto está prohibidisimo).
Por lo demás, ni un mísero catalogo, ni nada de nada.
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